Tensiones y disputas en la
Frontera sur de Córdoba. Un análisis del cambio de comandantes a raíz de un
malón ranquel a partir de la documentación localizada en el AHPC (agosto y
septiembre de 1836), de Valentín Depetris,
Revista TEFROS, Vol. 21, N° 1, documentos, enero-junio
2023: 201-221. En línea: enero de 2023. ISSN 1669-726X
Cita recomendada:
Depetris, V. Tensiones y disputas en la Frontera sur de Córdoba.
Un análisis del cambio de comandantes a raíz de un malón ranquel a partir de la
documentación localizada en el AHPC (agosto y septiembre de 1836),
Revista TEFROS, Vol. 21, N° 1, documentos, enero-junio 2023: 201-221
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Tensiones y disputas en la Frontera sur de Córdoba. Un
análisis del cambio de comandantes a raíz de un malón ranquel a partir de la
documentación localizada en el AHPC (agosto y septiembre de 1836)
Tensions and disputes
on the southern border of Córdoba. An analysis of the change of commanders as a
result of a ranquel raid based on the documentation located in the AHPC (August
and September 1836)
Tensões e disputas
na fronteira sul de Córdoba.
Uma análise das
alterações de comandantes como consequência de um malón ranquel com base na documentação localizada no AHPC
(agosto e setembro de
1836)
Valentín Depetris
Universidad Nacional de Río Cuarto, Río
Cuarto, Argentina
Contacto: vdepetris98@gmail.com – ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3863-0476
Fecha de presentación: 6 de junio de 2022
Fecha de aceptación: 23 de diciembre de 2022
Resumen
En la Argentina, la década de 1830 estuvo atravesada
por conflictos de distinta naturaleza, que incluyen el campo político, pero
también el de las relaciones interétnicas. Su estudio es fundamental tanto para
entender las complejidades que conllevó la posterior organización del Estado
Nacional como las transformaciones ocurridas en las relaciones entre los
pueblos indígenas del área pampeana-norpatagónica y los “cristianos”. Dentro de
los acontecimientos más importantes que se produjeron por entonces se debe
mencionar la “Campaña al Desierto” de 1833-34 que fue una acción combinada
entre las provincias que tenían frontera con los indígenas (Buenos Aires,
Córdoba, San Luis y Mendoza) bajo la dirección de Facundo Quiroga y planificada
por Juan Manuel de Rosas. En ese marco, resultan significativos dos sucesos que
tuvieron lugar en la provincia de Córdoba en 1836: la matanza de indígenas en
el fuerte Punta del Sauce y la persecución y el cautiverio del cacique Carrané, ocurridas entre abril y mayo
de dicho año. En respuesta a estas acciones punitivas, los ranqueles
organizaron a la brevedad varios malones. En el mes de agosto, dos de ellos se
dirigieron sobre el fuerte de Reducción. Los indígenas se llevaron el ganado
sin que el sargento mayor Juan De La Cruz Soto, ni el comandante general de la
Frontera Sur, Dionisio Basconcelos, ofrecieran resistencia. Frente a esta
situación, el gobernador de la provincia de Córdoba Manuel López,
decidió reemplazar a Basconcelos por Juan Pablo Sosa. La correspondencia de
frontera que intercambiaron ambos
comandantes entre sí y con el mandatario cordobés da cuenta de la repercusión
de los malones y su incidencia en las disputas y tensiones entre los mandos
militares. La documentación transcripta en
este trabajo está alojada en el Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba
(República Argentina) y fue producida en los meses de agosto y septiembre
de 1836.
Palabras clave: Relaciones interétnicas; Comandantes; Indígenas; Frontera Sur de Córdoba
Abstract
In Argentina, the 1830s were
crossed by conflicts of a different nature, which include the political field,
but also that of inter-ethnic relations. Its study is fundamental both to
understand the complexities that the subsequent organization of the National
State entailed, as well as the transformations that occurred in the relations
between the indigenous peoples of the Pampean-North Patagonian area and the
"Christians". to the Desert” of 1833-34 that was a combined action
between the provinces that had a border with the indigenous people (Buenos
Aires, Córdoba, San Luis and Mendoza) under the direction of Facundo Quiroga
and executed by Juan Manuel de Rosas. Within this framework, two events that
took place in the province of Córdoba in 1836 are significant: the massacre of
indigenous people in the Punta del Sauce fort and the persecution and captivity
of cacique Carrané, which occurred between April and May of that year. In
response to these punitive actions, the Ranquels soon organized several raids.
In the month of August, two of them went to the Reduction fort. The indigenous
people took the cattle without the sergeant major Juan De La Cruz Soto, nor the
general commander of the Southern Border, Dionisio Basconcelos, offering any
resistance. Faced with this situation, the governor of the province of Córdoba,
Manuel López, decided to replace Basconcelos with Juan Pablo Sosa. The border
correspondence that both commanders exchanged with each other and with the
Córdoba president shows the repercussions of the raids and their incidence in
the disputes and tensions between the military commanders. The documentation
transcribed in this work is housed in the Historical Archive of the Province of
Córdoba (Argentine Republic) and was produced in the months of August and September
1836.
Key words: Interethnic
relations - Commanders - Indigenous - Southern Border of Córdoba
Resumo
Na
Argentina, a década de 1830 esteve atravessada por conflitos de distinta natureza,
que incluem o campo político, mas também o das relações interétnicas. Seu
estudo é fundamental tanto para compreender tanto as complexidades que levaram
à posterior organização do Estado Nacional, quanto as transformações ocorridas
nas relações entre os povos indígenas da região pampeana e norte-patagônica e
os chamados “cristãos”. Entre os acontecimentos mais importantes naquela época,
deve-se citar a "Campanha ao Deserto" de 1833-34, que foi uma ação
conjunta entre as províncias que tinham fronteiras com os povos indígenas
(Buenos Aires, Córdoba, San Luis e Mendoza) sob a direção de Facundo Quiroga e
executadas por Juan Manuel de Rosas. Nesse contexto, dois eventos ocorridos na
província de Córdoba, em 1836, são significativos: o massacre de indígenas no
forte Punta del Sauce e a perseguição e cativeiro do cacique Carrane, ocorridos
entre abril e maio daquele ano. Para responder a essas ações, os grupos
indígenas Ranquel logo organizaram vários malones.
No mês de agosto, dois deles se dirigiram ao forte Reducción. Os indígenas
levaram o gado sem que sargento, Juan de La Cruz Soto, nem o Comandante Geral
da Fronteira Sul, Dionísio Basconcelos, oferecessem resistência. Diante desta
situação, o governador da província de Córdoba, Manuel López decidiu substituir
Basconcelos por Juan Pablo Sosa. A correspondência de fronteira trocada pelos
comandantes e entre eles com o governador de Córdoba expressa a repercussão dos
malones indígenas e sua força nas
disputas e tensões entre os comandantes militares. A documentação transcrita
neste trabalho está arquivada no Archivo Histórico de la Província de Córdoba
(República Argentina) e foi elaborada nos meses de agosto e setembro de 1836.
Palavras-chave: Relações inter-étnicas; Comandantes; Indígenas; Fronteira sul de Córdoba.
Presentación
Los documentos que se
trascriben en esta ocasión corresponden a una serie de comunicaciones escritas
por los comandantes Dionisio Basconcelos y Juan Pablo Sosa, intercambiadas entre
ellos o destinadas al gobernador de la provincia de Córdoba Manuel López desde
la Villa de la Concepción del Río Cuarto y La Carlota, entre el 15 de
agosto y el 30 de septiembre del año 1836. Actualmente esta documentación puede
ser ubicada en el Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba (AHPC), Fondo de
Gobierno, año 1836, tomo 148, letra E, legajo 4.
En la por entonces
Confederación Argentina, la década de 1830 estuvo marcada por conflictos
políticos, sociales y también interétnicos. Por este motivo, la misma se
constituye en un momento bisagra para entender las complejidades que conllevó
la posterior organización del Estado Nacional. A su vez, en esos diez años las
relaciones interétnicas sufrieron transformaciones profundas, produciendo
modificaciones en los vínculos entre los pueblos indígenas del área pampeana y
norpatagónica y los “cristianos”.
En relación con el
primer aspecto, luego de los intentos centralistas de la década revolucionaria,1
se asiste al derrumbe unitario2 con la consiguiente intensificación
de las autonomías provinciales y la conformación de Estados de tendencia
federal, unidos en un sistema confederal a partir del pacto de 1831. Es
fundamental aclarar que la Confederación Argentina (que coincidió con el
segundo gobierno de Juan Manuel de Rosas), tuvo como una de sus características
distintivas la inestabilidad política. Esta situación se debió al desarrollo de
diferentes guerras y conflictos en los que se enfrentaron las provincias,
comprometiendo en algunas ocasiones a países extranjeros. Los autores que han
analizado este período coinciden en señalar que durante gran parte de su
mandato, Rosas utilizó a la guerra como un instrumento político permanente para
sostener su gobierno. Uno de estos estudiosos, Salvatore, señala que:
El segundo gobierno de Rosas fue un tiempo de guerra. Para sostener el
armazón político-militar de la Confederación y asegurar la tranquilidad a sus
habitantes, además de mantener su propio poder frente a otros líderes
regionales o frente a la amenaza de unitarios y de otras naciones, Rosas
mantuvo a la población en pie de guerra durante una buena parte de su mandato.
Las campañas militares se sucedieron una a otra cubriendo
una vasta superficie del territorio patrio. Se luchó en Cuyo, en las provincias
del noroeste, en Córdoba, en el
Litoral, en la Banda Oriental, en el sur de la provincia de Buenos Aires, en
Bolivia (Salvatore, 2001, p. 348).
Una de las provincias
en las cuales el federalismo tuvo dificultades para imponerse fue en Córdoba.
Marcela González (1997) señala que luego de la derrota del general José María
Paz, la provincia comenzó a moverse al ritmo impuesto por los gobiernos del
litoral, que se mostraron conformes con la designación de José Vicente Reynafé
como gobernador. A fines de
1835, y por diecisiete años consecutivos, se hizo cargo de la provincia Manuel
“Quebracho” López, que anteriormente se había desempeñado como comandante del
departamento Tercero Arriba. A juicio de Rosas, López era la persona indicada
para hacerse cargo de la gobernación, contribuyendo al control de una situación
provincial compleja (González, ibíd.).
Aunque las referencias historiográficas sobre este
caudillo no son abundantes, es conocido que en aquel tiempo la provincia
atravesaba fuertes problemas económicos y financieros, además de los que
significaban las fisiones al interior de
los sectores dominantes como consecuencia de la inestabilidad política y el
debilitamiento del ejército (Tamagnini, 2017).
Por entonces el
extremo sur de la provincia de Córdoba coincidía con el curso del río Cuarto,
que constituía un tramo de la Frontera
Sur de la Confederación Argentina, que también atravesaba las provincias de
Mendoza, San Luis, Córdoba y Buenos Aires. Dicha frontera estaba organizada en
torno a una serie de fuertes y fortines; en el tramo cordobés los principales
eran los de
La Carlota y Villa de la Concepción, conjuntamente con los situados en
Reducción, Achiras (creado en 1834) y Los Jagüeles (1838).
En este marco, es preciso destacar el rol de los
comandantes de frontera en el manejo de las relaciones interétnicas. Estos asumían
múltiples roles ya que, además de conducir a sus hombres en las batallas y
coordinar los enfrentamientos con los principales caciques indígenas, adoptaban
funciones económicas y políticas, comunicándoles a los gobernadores todos los
sucesos que tenían lugar en aquel territorio.
En la frontera,
estos desplegaron una serie de acciones muy significativas en términos de
configuración espacial. Estas se remontan a las decisiones que la corona
española había tomado en esta región. Desde la óptica de Fradkin, el gobierno
peninsular no había producido modificaciones sustanciales en la organización de
la defensa de las colonias desde fines del siglo XVI y hasta mediados del siglo
XVIII. Fue entonces cuando adoptaron una posición de “defensa total”. Esto
significó el desarrollo de la armada, la dotación de regimientos regulares y el
“arreglo” con las milicias (Fradkin, 2009). Para este autor, la Real Ordenanza
de Intendentes de 1782, promulgada por Carlos III, “instituyó Intendentes de
Ejército y Provincia”, una denominación que expresaba con claridad la
concepción acerca del tipo de gobierno -a la vez “político y militar”- que
inspiraba la decisión” (Fradkin, ibid.,
p. 42). Estos comandantes militares, se fueron transformando en figuras
decisivas de las regiones fronterizas ya que todos los avances obtenidos,
además de la administración de recursos y el control de la población que
llegaba a la zona de frontera, quedaron bajo su esfera de acción. El impacto
que estas decisiones tuvieron sobre los poblados rurales, fue una de las
dimensiones menos conocidas de las reformas borbónicas. Por otra parte,
hicieron que los comandantes de las áreas de frontera ocuparan un lugar central
en la vida social (Fradkin, ibid.).
Con respecto a las
relaciones interétnicas, se puede observar que estas experimentaron cambios
reveladores durante esta etapa. Entre los más destacados se deben mencionar
aquellos ocasionados por la llegada a la pampa central de grupos indígenas
provenientes del lado oeste de la cordillera que desplazaron a algunos de los
grupos anteriormente establecidos (boroganos) y, sobre todo, la “Campaña al
Desierto” de 1833-34 que fue una acción combinada entre las provincias que
poseían frontera con los indígenas (Buenos Aires, Córdoba, San Luis y Mendoza)
bajo la dirección nominal de Facundo Quiroga pero organizada por Juan Manuel de
Rosas. Dicha acción militar, incidió en la fragmentación de los vínculos entre
diferentes grupos indígenas. Para lograr este objetivo, Rosas, quien estaba a
cargo de las relaciones con las poblaciones indígenas, llevó adelante una
estrategia política dual que Salvatore denomina “invitación violenta”. La misma
apuntaba, por un lado, a poner bajo la protección de la maquinaria estatal a
buena parte de las parcialidades ubicadas en la provincia de Buenos Aires a
través del denominado “Negocio Pacífico de Indios”. Estos pasaron a recibir
raciones y regalos en áreas próximas a los fuertes supervisados por el ejército
federal, convirtiéndose en “indios amigos”. En el otro extremo se ubicaron aquellos
grupos que, como los ranqueles3 fueron definidos como enemigos por
los estados provinciales antes mencionados. Sobre estos recayó una fuerte
violencia punitiva (que en realidad combinaba amistad con terror) que los forzó
al nomadismo. Como postulan Jiménez, Alioto y Villar (2015), con Rosas se
produjo la ruptura definitiva de las relaciones entre ranqueles y “cristianos”,
debido a que la campaña propulsada por el gobernador porteño produjo una
recomposición de los grupos indígenas que habitaban en la región pampeana. El
saldo de cuatro años de ataques sistemáticos contra estas poblaciones habrían
sido 870 indígenas muertos a los que se añaden más de 2000 prisioneros.
Contexto de
producción y organización de la correspondencia
Los documentos que a
continuación se presentan fueron escritos en los meses de agosto y septiembre
del año 1836, por los comandantes de la Villa de la Concepción y La Carlota.
Ellos permiten apreciar la remoción del cargo de comandante de Dionisio
Basconcelos debido a su falta de accionar frente a dos malones indígenas sobre
Reducción; su lugar pasa a ser ocupado por el comandante Juan Pablo Sosa que se desenvolvería en esta función hasta el año
1840. Más allá de estos ataques, resulta necesario contextualizar y
caracterizar la conflictividad interétnica en este momento.
Según Barrionuevo
Imposti (1988) los malones habrían sido organizados en respuesta a dos sucesos:
la Matanza del Sauce y la persecución y el cautiverio del cacique Carrané. Una
de las primeras acciones de gobierno de López, fue ordenar la muerte del grupo de “indios mansos” que vivían en
proximidades del fuerte de la Punta del Sauce – La Carlota (19 y 20 de abril de
1836). En este punto es importante remarcar la importancia que revestía este
fuerte considerado el más antiguo de la frontera cordobesa (Tamagnini, op. cit, p. 414). Como no se ha
localizado en archivo una descripción al detalle de la nombrada matanza, es
preciso reproducir la que realizó algunas décadas después el franciscano
Quirico Porreca, basándose en lo que le habían contado los vecinos del lugar:
El acontecimiento al que me refiero, fue la bárbara orden dada por Lopez
de pasar a degüello a todos los indios grandes y chicos, salvando sólo las
criaturas muy pequeñas. Para cumplir esta orden, no pudiendo el Jefe del lugar
por falta de fuerzas ir de frente para prender a los que debía exterminar, se
valió de un pretexto y fue de invitar a los indios a que vinieran al pueblo a
jugar a la Chueca juego predilecto de los indios, impúsoles la condición de no
llevar lanzas; después de una breve resistencia dejaron las lanzas y entraron
en un corralón: Una vez los indios en el lugar de juego, la guarnición cayó
encima de ellos, y haciendo grandes cadenas humanas y atados con lazos por los
brazos, los indios, principió una horrible carnicería, la sangre corría a
torrentes y luego un montón de cadáveres mutilados donde se confundían los
hombres con sus mujeres, los padres y madres con sus hijos, los hermanos con
las hermanas: eso únicamente quedó de la reducida y confiada Tribu.
El fuego completó la obra de destrucción: era preciso reducir a cenizas
esos cuerpos, así que la tribu, convertida en humo por la acción del fuego se
elevaba hacia el espacio como si quisiese pedir castigo para sus verdugos
(Porreca, 1926, p. 41).
Muy
pocos días después de esta acción, una fuerza compuesta por un escuadrón
enviado por Juan Manuel de Rosas al mando del capitán Eugenio Bustos, la
división de Córdoba comandada por el coronel Pantaleón Argañaraz y secundada
por el comandante de la Frontera Sud, Dionisio Basconcelos, avanzaron sobre los
toldos de Carrané, un cacique que habitaba en tierras cercanas al río Quinto.
Según Argañaraz, fue perseguido hasta la laguna de Pichi Loó, la cual está
ubicada más al sur del río Quinto, más precisamente en un médano chico situado
en la pedanía de Ítalo, departamento General Roca, provincia de Córdoba (Mollo,
2018).
Las
fuerzas mencionadas incursionaron tierra adentro cometiendo una serie de
“atrocidades civilizadas” -en términos de Jiménez, Villar y Alioto (2012)-
sobre las poblaciones indígenas. Recién el día 9 de mayo, tras avanzar hacia
una aguada cercana a estos toldos, se dio con el paradero de Carrané quien se
había acercado para obtener información sobre la situación de su familia siendo
inmediatamente apresado.4
Estos
cruentos sucesos fueron el motor de los malones realizados en los meses de
agosto y septiembre de 1836 y que derivaron el recambio de comandantes en la
Frontera Sur. A continuación, se transcriben un conjunto de misivas intercambiadas entre ambos
comandantes y con el gobernador de la provincia de Córdoba. Siguiendo un orden
secuencial, en un primer momento se puede observar que la correspondencia del
comandante Dionisio Basconcelos está destinada a comunicar y ofrecer
explicaciones sobre los malones ranqueles y los daños que estos causaron.
Luego, Juan Pablo Sosa recibe la orden de ser el nuevo comandante de la
frontera. En ese marco, comienza a dar instrucciones a quien había sido su
predecesor; esta situación deriva en una discusión e intercambio de ideas entre
ambos mandos militares que permite vislumbrar no sólo las tensiones entre las
autoridades sino también con los indígenas.
La correspondencia transcripta ha sido
ordenada de manera cronológica, respetando el formato y la ortografía original,
adicionando al final de cada misiva su ubicación en los respectivos
repositorios. Se trata de un conjunto de nueve cartas,
datadas entre el 15 de agosto y el 30 de septiembre de 1836, en La Carlota,
Puestos de Fierro y la Villa de La Concepción. Cuatro de estos documentos
fueron escritos por el comandante Dionisio Basconcelos, cuatro por su
reemplazante Juan Pablo Sosa y uno de ellos por Manuel Ferreyra quien, en
nombre de Basconcelos, le comunicó al gobernador un malón sobre la zona del
arroyo Chucul. Todas ellas se encuentran ubicadas en el Archivo Histórico de la
Provincia de Córdoba y forman parte del tomo 148, letra E, legajo 4.
Notas
1- Después de
la Revolución del 25 de mayo 1810 y hasta el año 1820, en el antiguo virreinato
del Río de La Plata se vivió un clima de inestabilidad política en el cual se
sucedieron diferentes gobiernos que no pudieron consolidar su poder mientras
hacían frente a la guerra contra España. En el año 1820, los caudillos de las
provincias del litoral argentino le declararon la guerra al gobierno central
que residía en Buenos Aires y lo derrotaron, dando inició al período de las
autonomías provinciales.
2- Los
unitarios fueron una facción política argentina de tendencia liberal, que
sostenía la necesidad de establecer un gobierno centralizado en las Provincias
Unidas del Río de la Plata. Mayoritariamente, sus adherentes formaban parte de
la elite de Buenos Aires y capitales provinciales. Buscaban que Buenos Aires
fuera la capital y cabeza del país porque la ciudad contaba con mayores
recursos y era la más preparada para las funciones de gobierno. En el aspecto
económico eran defensores del liberalismo y el libre comercio.
3- Durante la década de 1830 los
ranqueles actuaron permanentemente sobre la frontera sur de Córdoba. El sitio
de Yanquetruz a la Villa de la Concepción que tuvo lugar en agosto de 1831
generó un aumento de la conflictividad que se mantuvo hasta la caída de Juan Manuel de Rosas (Bechis,
1996).
4- Archivo Histórico Provincia de San Luis, C. 67, S. 6372. Comandante
Pantaleón Algañaras al gobernador de la provincia de Córdoba Manuel López.
Laguna “La Amarga”. 12 de Mayo
de 1836.
Agradecimientos
Agradezco a la profesora Marcela Tamagnini que me
suministró copia digital de los documentos del Archivo Histórico de la
Provincia de Córdoba aquí transcriptos. También hago llegar mi agradecimiento a
Gustavo Torres quien me facilitó el acceso a documentación correspondiente al
Archivo Histórico de la Provincia de San Luis.
Referencias
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Transcripciones
AHPC, Gobierno, Tomo 148, Letra E, Leg. 4, f. 402. Dionisio Basconcelos a Manuel López. Carlota, Agosto
15 de 1836.
Viva la Federación!
El
Sargto Mor Comte
Del Sud Carlota
Agto 15 de 1836
Año 27 dela Libertad 21 dela Indepa Y 7 dela Confederacion Argenta
Al
Exmo Sor Gobr y Captt Grl dela Prova Coronl
de Exto Dn Manuel Lopez
Con
esta fecha he hecho regresar al Sargto mor Meriles qe se
hallaba en campaña sobre las hueyas delos Yndios con un corta fuerza de
milicias qe sacó dela Villa, y la poca qe habia enla
Reducion, y como los Yndios han hecho una fuga tan precipitada, no han podido
ser descubiertos ni por las abanzadas, a pesar de haber sido seguidos hasta mas
alla delas aberias, y pr esto no ha sido posible escarmentarlos:
ellos no lleban mas, qe como beinte animales Yeguarizos qe
pudieron arrear en su retirada y pr lo mismo creo qe
traten de dar otro asalto, cuando no sea aquí, puede ser en el Saladillo o
Fraylemuerto, y por esto tengo la fza reunida pa perseguirlos á
cualqr punto qe imbadan pa lo qe
esta prebenido el comdte Gral de Rio 3° Frayemto y todos
los dela linea, afin qe me den pronto aviso, y tengan las hasiendas
al Norte.
Aunque
yo tire mis orns con oportunidad, qe en el mismo dia dela inbacion
llegaron a la Carlota, y en ellas mandaba al Sargto mor graduado Dn
Juan dela Crus Soto, marchase a ponerse sobre las hueyas de acuerdo con el Sor
Meriles, qe ya esta en campaña: la qe no cumplio pr
otro el segundo parte dado pr el Comdte dela Reducion (el
qe habia recivido enla misma ora qe mi orn en el qe
comunicaban qe los Yndios se dirigian a este Punto lo qe
le pribo cumplir mis orns y solo se habia puesto a la defensiba del Punto. Asi
es qe conciderando la larga distancia qe nos habian
sacado los Yndios, he creido combeniente no seguirlos, pr no atrasar
la caballada qe nos servirá si hiciesen otra tentatiba como espero.
Dios guie á V.E: ms
as.
Dionisio
Basconselos
AHPC, Gobierno,
Tomo 148, Letra E, Leg. 4, f. 403. Dionisio Basconcelos a Manuel López.
Carlota, Agosto 15 de 1836.
Exmo Sor Gobr y Capn
Grl dela Prova Coronl Dn Manuel Lopez
Carlota
Agto 15 de 1836
Mi
digno Señor: es en poder del infrascripto la confidencial de 8 del corriente en
la qe se digna prebenirme lo qe ya me temia ordenado, y
yo a los Comdtes delos Puntos, po á pesar todos los
esfuersos siempre hay qn quebrante las orns. Una suerte ha sido qe
los Yndios se hayan dirijido ala Reducion, de donde solo han podido llebar
beinte animales, qe si se hubiesen dirijido a la Villa, hubiese sido
mayor el daño, pues ya estaba todo el Arroyo lleno de Puestos los qe
he mandado retirar al Norte imponiendoles
pena dela vida a los contraventores, lo qe espero qe
V.E. me apruebe pa ber si de este se puede evitar este mal.
La
entrada qe han hecho los indios, es pr donde debe zelar
la Partida dela Reducion, po esta no andaba en el campo, pr
qe andaban el Comdte con treinta hombres, qe
habia salido á correr Yeguas sin conocimto del Gefe qe
mandaba la linea, esta poca precaucion de este Comdte ha sido la
causa de no haber escarmentado los Ynds pr qe
aunqe hubiesen entrado estando, la fza reunida, algo se hubiese
hecho.
El
arreglo de las milicias qe aun no he concluido, me pribo el estar yo
apto pa perseguirlos, y tambien la ineptitud del ordn
dela Villa qn no ha podido prestar el ausilio de un Caballo pa un Chasque, pr lo qe
mandé arriar pa montar la fuerzas qe hise salir, cuya
caballada se buelbe asus dueños con esta fha. Luego de haber marchado la
fuerza, sali yo, llebando en mi campaña y pa qe me
llebase la pluma a Dn Martin quenon, y el Sor Acde
me lo mandó volber diciendo qe tenia orn pa remitirlo á
esa Captl asi espero de V.E: me lo oiga en justa al dho Quenon.
Mañana
marchara el mor Soto ála Villa, á concluir el arreglo dela milicia, y haberme
una relacion de todo pa mañana de el estado grl qe V.E.
me pide.
Tengo
un sobrino llamado Cesario Basconcelos qe esta sirviendo de Alfs
enla milicia de esta Fronta el ser demi confianza, y el ser mi
pariente me obliga suplicar a V.E. se digne hacerme la gracia de colocarlo en
Blandengs y si consigo esta gracia espero melo comunique pa
ponerlo en la revista venidera.
De
los secenta y tres Yndios qe han entrado enla Reducion, me informan
el Sr Capellan Fr. Juan Pablo Moyano, Dn Elias Carranza y
todos los vecinos, qe bienen en caballos muy gordos y bestidos con
Ponchos de Paño y Sabanillas. El Comdte de la Reducion vino del
campo con toda su gente y no ha sentido nada.
Yno
teniendo mas qe comunicar, me honrro en saludar a V.E: con el
respecto qe acostumbra.
Dionisio Basconselos
AHPC, Gobierno, Tomo 148, Letra E, Leg. 4, f. 414.
Manuel Ferreyra a Manuel López. Carlota, Agosto 30 de 1836.
Viva la Federación!
Carlota,
Agosto 30 de 1836.
Año
27 dela Libertad, 21 dela Yndepa y
7 dela Confedn Argentina
Al
Exmo Sor Gobr. y Captn Gral dela Prova Coronl
de Exto Dn Manuel Lopez
El
Sor Comdte Grl Dn Dionisio Basconcelos me ordena comuque
a V.E: (lo qe el no hace pr no perder instantes) que hoy
alas dos dela tarde ha tenido parte berbal qe los Yndios han
abansado en la madrugada de hoy, en el arroyo de Chucul en el lugar llamado las
huertillas, no se sabe qe estrago hayan hecho, mas el Sor Comte
ordenó al dela Reducion en la misma hora qe marchase á sobre las
hueyas, qe el ya salia, mientras se ha montado la tropa y milicia y
aprestadose pa la marcha es la oracion ora en qe marcha á
perseguir los Yndios con secenta y tres hombres dejando ordenado al
infrascripto, le mande mañana la caballada y lo sesen. La ansia de este Gefe, y
el entusiasmo dela tropa, promete el mejor ecito.
antes
de concluir esta llega parte del Sor Comdte dela Reducion en qe
comunica qe ya se han retirado los Yndios pr el mismo
rumbo dela anterior imbacion qe se lleban dos cautivitos, y tres
hombres qe han tomado los han largado vivos, el n° de los Yndios
dicen es como cincuenta, mucho sin lanzas.
Es
qto puedo comunicar hta ahora.
Dios guie a V.E. ms
as
Manuel Ferreyra
Nota:
Adjunto una copia dela Proclama qe el Sor Comdte Grl ha
hechado ala tropa al tpo de marchar.
Vale
Ferreyra
AHPC, Gobierno, Tomo 148, Letra E, Leg. 4, f. 426.
Juan Pablo Sosa a Manuel López. Puestos de Fierro, Septiembre 13 de 1836.
Del
Tente Coronl y Comdte ¡Viva
la Federación!
Del
Escudn De Usares en marcha
Puestos
de Fierro Sbre 13, de 1836,
Año
27, de la Libertad 21, de la Independencia
Y
7, de la Confedn Argenta
Al
Exmo Sor Govor y Captn Gral de la Prova
Coronl de Exto Dn Manl Lopez
En
este momento qe son las siete y media de la mañana hacabo de resivir
su apreciable comunicacion fha dies del corriente, hacompañado de la copia del
oficio dirigido al Sor Comdte Gral de la Frontera del Sud; y el
nombramto con qe V.E. se hadinado honrrarme.
Ds.
Guie á V.E. ms as.
Jn Pablo Sosa
AHPC, Gobierno, Tomo 148, Letra E, Leg. 4, f. 437.
Juan Pablo Sosaa Manuel López. Villa de la Concepción, Septiembre 19 de 1836.
Copia
Viva
la Federacion!
Villa de la Consepcion Sepbre
19 de 1836
Año
27 de la Libertad, 21 de la Yndepend. y 7 de la Confederacion Argentina. Al Sor
Sargto mor y Comte del Escuadn de Blandengs
Dn Dionicio Basnconselos. Con esa fha he recibido una Comunicación
de U fha 15 del corriente qedo enterado de su contenido. Con esta misma fha le
orden á V. qe el Capn
Dn Domo Meriles marche en el acto de resibido esto con su
Compa alpunto al punto de la Reducn a encargarse
de la Comanda de dho punto yebando la Caballada qe
nesesite pa marcha como ygualmte la de tiro y esté pronto
pa qe en el momento de mi haviso y el Suyo Cuando lo
nesesite este en el punto qe se le designe, qe dha
Caballada la ponga en el lugar mejor y mas seguro pa qe
de este modo podamos haser
algo en el Cazo qe hayga alguna imbacion de Yndios. Ygualmte
le encargará U. á dho Captn qe vigile sobre el punto qe
guarda con el mas esacto cumplimto y en el caso de imbadir los
Yndios enqualquiera de los puntos qe no haguarden mis ordenes pa
cargarlos ó perseguirlos y habisandome al mismo tiempo el punto en qe
debemos reunirnos con la fuerzas; qe yo lo hede á ser lo mismo. Las
partidas qe éche al campo a correr qe sean dobles y
hombre de cuidado pr qe qualquier perjuicio qe
se origine pr algun descuido de los corredores de Campo Uds. seran
responsables. Tambien diré á U. qe con la Compa restante
del Escuadn de Blandengs permanecerá en el punto de la
Carlota poniendola de dos Caballos buenos pr hombres teniendo U. las
mismas ordenes qe el Capn de la Reducion y estará U. en
la misma responsabilidá. Si hacaso hay alguna imbacion de ynds
debera U. aser marchar todas las milicias de su Comanda y estos bien
montados pa dar alcanse á la Ynda asta el punto donde se
refugien. Si el n° de Caballada es bastante qe tenga U. como
mandarme ciento cincuenta Caballos mandemelos en el momto esto es
despues de haber U. montado bien sus dos Compañias y sino alcanza pa
el n° qe le pido me mandará el sobrante Ds. Ge
á U ms as.
Jn Pablo Sosa
AHPC, Gobierno, Tomo 148, Letra E, Leg. 4, f. 427.
Dionisio Basconcelos a Juan Pablo Sosa. Carlota, Septiembre 20 de 1836.
Copia
El
Sargto mor
Blandengues! Viva la
Federación!
Carlota
Septe 20 de 1836
Año 27 dela Libertad 21 dela Independa
y 7 dela Confedn Argentina
Al
Sor Tente Coronl Comdte Grl into
dela Frontera del sud Dn Juan Pablo Sosa
Es
en mi poder el oficio de V. fha de ayer, en qe me ordena mande ala
Reducion al Sor Captn Dn Domingo Merites con su compa
y qe de a dho oficial La Caballada necesaria pa de tiro,
y de marcha. En el acto qe llegue dho Oficial dare cumplimto
alo qe V. me ordena, po creo ser un deber de mi
obligación, hacer presente a V. qe las Caballadas qe
lleben a la Reducion, y a esa Villa, en pocos dias no tienen en qe
marchar, pr ser los campos inferiores á estos. Yo consulté a S.E: y
me aprobó qe solo dejase enla Reducion beinte y dos Blandeng crioyos
de aquel Punto, qe con la milicia qe allia habia, era
bastante pa guardar aquella población, pues no tienen alli otra cosa
á qe atender, y qe la mayor parte dela fza permaneciese
en este Punto pa guardar las hsiendas del Estado, y del vecindo.
Esto qe a U. hago presente, no es por oponerme asus orns, pues mi
divisa es obedecer, solo lo hago pr hacerle presente mis
reflecciones, pa qe U. adopte las mejores. Mañana saldra
pa esa el Aydte Cabral qn informará a U. mejor
delos campos y dems qe U. guste imponerse: este oficial es delos mas
decididos pr la felicidad dela Fronta. Mañana ó pasado
concluiré el Estado qe tengo qe pasarle, pr el
vera U. las Caballadas qe hay, y me ordenará lo qe sea
desu agrado y lo qe concidere de mas utilidad.
Dios guie á U. ms
as.
Dionisio Basconcelos
AHPC, Gobierno, Tomo 148, Letra E, Leg. 4, f. 428.
Juan Pablo Sosa a Dionicio Basconselos. Carlota, Septiembre 22 de 1836.
Copia ¡Viva la
Federacion!
Villa
de la Concepcion Sbre 22 de 1836 Año 27 de la Livertad 21 de la Yndependencia y
7 de la Confederacion Argta. Al Sor Sarto Mor y Comdte
del Escuadn de Blandenguez Dn Dionicio Basconselos.
Anoche como á las nueve recivi una comunicacion de U fha 20 del corrte
la qe me a sido bastante sorprendente al ver qe U. no á
cumplido con lo qe le he ordenado; yo le he pedido á U. Cavallos si
los tiene y sino los tiene qe me havisase pa
proporcionarmelos yo de algun modo: y su contesto es qe mañana ó
pasado lo qe concluyese el estado lo remitiria pa qe
pr el vea la Cavallada qe hay: yo no le he pedido á U.
Estado sino Cavallos ¿y si en estas sircunstancias inbadiesen los Yndios en
algun punto de la Linia en Estado havia de montar mi Tropa pa perseguirlos?
El Govno á comprado esas Cavalladas pa qe sus
Tropas en caso de nesecidad se sirvan de ellos; como igualmte la
Patria paga al Soldo no pa qe este metido en
el Pueblo unicamte sino pa qe estermine á los Salvages
y los sigan hasta sus mismas havitaciones ¿y estando yo hapie podré haser esto?
No mi amigo. U devio contestarme á mi primera comunicacion de este modo, si
havian Cavallos mandarme ó sino desirme no hay y despues haser sus reflecciones
qe U. considerase mas justas. Pues estoy afligidisimo al berme apie
y qe si me imbaden no podre cumplir con las obligaciones de mi
dever. El conductor de este es mi Ayudte Dn José Cortes qn
va á traer los Cavallos qe hantes havia pedido á U, si los hay
arreglado á las Ordenes qe tiene U. resividas; y sino los hay el yeva ordn de
pasar adelante á buscarlos. Tambien me le Auciliará U. con lo qe
nesesite pa su marcha.
Dios guie á U. ms.
as.
Jn Pablo Sosa
AHPC, Gobierno, Tomo 148, Letra E, Leg. 4, f. 429.
Juan Pablo Sosa a Manuel López. Villa de la Concepción, Septiembre 22 de 1836.
El
Tento Coronl y Comdte Viva la
Federación
Gral
de la Fronta del Sud
Villa de la Concepcn Spre
22, de 1836
Año
27, de la Libertad
21
dela Independencia
Y
7 de la Confedn Argenta
Al
Exmo Sor Govr y Captn Gral de la Prova Coronl
de Exerto Dn Manuel Lopes
Remito
á V.E. el oficio original qe me contesta el Comadte
Basconselos al qe yo le dirigi fha 19 de corrte cuando yo
aguardava La Caballada ó qe me contestase qe no la hai, pa
haver mandado á su estancia á traerla suya sale qe pr el
Estado qe me mandará (quien save cuando) qe bere el n° y
qe le ordene; cuando devio haver mandado la Caballada qe
sele pedia y después pasar el Estado de costumbre.
Tambien
le incluyo una copia del contesto qe hago a dho oficio, pa
qe V.E. se imponga mejor y me aconsege en la marcha qe
devo yevar. Esto no lo hago con el obgeto de qe V.E. tome algunas
medidas contra él, sino pa imponerlo en el estado qe se
alla esto.
Hayer
resien he tenido lugar pa ver la sala de armas, se alla enteramte
destruida, toda mui arruinada, la mayor parte de las Armas descompuestas, hoy
dia he hecho benir al maestro armero pa qe se ponga á
componerlas y me dise qe es imposible pr qe no
tiene limas. Si V.E: tiene á bien puede mandarme media dosena pa ver
si tengo lugar de haser componer algunas armas.
Tambien
le pedi al Comdte del Batallon de defensores del sud un estado de la
fuerza efectiva, qe tubiese su Batallon y me dise qe no
tiene Oficiales Sargtos ni Cabos ultimamte era un Comdte
imaginario, y yo le he dado hordn á dho comdte qe
haga las propuestas de Oficiales pa entrar en arreglo.
El
dia de mi yegada me dijo el Comdte Seran qe hasian ocho
dias á qe havia mandao venir de su Escuadn beinte y sinco
hombres, pa relevo de los qe tenia aca; y solo sinco han
yegado aller en este estado se allan todas las Cosas y con esto le digo todo.
Yo aguardo qe con el favor de Dios y la dirección de V.E. en poco
tiempo será lo suficiente pa arreglar todo.
Dios guie á V.E. ms
as.
Jn Pablo Sosa
AHPC, Gobierno, Tomo 148, Letra E, Leg. 4, f. 441. Dionisio Basconcelos a Manuel López. Carlota,
Septiembre 30 de 1836.
Sor
Gobr y Captn Gral de la Prova
Carlota
Sepe 30 de 1836
Exmo
Sor
Nada
mas satisfactorio me es en esta vez, qe comunicar V.E. qe
el dia dela fha he concluido con el honroso encargo qe V.E. se dignó
encomendar al mas inútil de sus subditos, por cuyo motibo acaso no habra tenido
el debido lleno, tan augusto encargo; po V.E. qe est penetrado
qe en esta Fronta no se encuentra otra cosa qe
necesidad, sabra disimular las faltas, qe en la parte en qe
he sido encargdo, haya tenido. Mas en esta ocacion Exmo Sor quisiera acompañar
mi vos, con la del concurso qe ha asistido á toda la función, pa
significarle lo grande, magestuoso, y digno, qe ha estado todo lo qe
se ha practicado en justo tributo á esta Señora mi Patrona, y especial
auxiliadora de V.E.
Delos
pocos gastos qe se han hecho enla función, no me es posible pasarle
la cuenta tan pronto, pr el apuro en qe me hayo pr
despachar la revista, qe aun la he retardado pr mis
ocupciones, po en primera ocacion la remitiré.
Adjunto
una copia del contesto qe yo he dado al Sor Tente coronl auna en qe me ordena le mande
ciento cincuenta caballos, y destaque en la Reducion al Captn
Meriles con su compa pr mi copia, vera V.E. mi
disposición pa servir en benefo publico, y mi
subordinación pa cumplir las orns demis Gefes yo esto ha producido
los insultos qe V.E. vera en el ofo qe original
adjunto fha 22 de Septe pr el S.E. el tono con qe
se trata a los hombres qe se sacrifican pr el bien
publico. En fin Exmo Sor yo he cumplido con lo qq se me ha ordenado,
la segunda compa esta enla Reducion montada á dos Caballos pr
hombre, ala Villa he mandado ciento cincuenta caballos, y aquí ha quedado la 1°
Compa dela qe se ocupan ocho hombres en el Puesto, tres
partidas diarias en el Campo, y los restantes se hayan ocupados en limpiar los
fosos, qe los continuos bientos, pr instantes lo borran y
de esto resulta, qe no tengo gente, ni pa el relebo dela
guardia. Al Tente Dn Rafael Lopez lo he mandado con el
Capitn Meriles y he hecho quedar al Tente Perez pa
qe me atienda a los trabajos de este Punto, qe ordenó
V.E. se siguiesen.
He
tratado de la benta delos cueros pa cubrir las orns de V.E. po
todabia no lo he ajustado. Me ofrecen pa todo cuero de recibo diez rs.
Y seis ps el desecho, si a V.E. le parese melo comunicará pa
realizar el trato.
Hy
varios qe me han visto pa entrar en Blndengs.
y como esta el completo de los cien hombres qe V.E. me tiene ordenado, no los
he admitido po si V.E: gusta qe entren otros, dignese
comunicarme.
En
la Funcion se ha inutilisado un traje qe habian pedido pa
la Compostura, melo han hecho cargo en tres ps y [ilegible] los qe
he abonado, V.E. determinará del traje, si gusta dejarlo ala Yga lo
q V.E. le paresca.
Buelbo
a repetir qe he hecho quedar al Tente Perez y este
oficial pertenece ala 2a Compa qe ocupa el
Punto de la Reducion, si V.E. no le parese bien con su aviso lo mandaré a su
Compa aunqe me hace much falta.
Con
esta oportunidad tengo el honor de saludar a V.E: ami Sa. Da.
Santos, Niñas y al amgio Dn Rafael Carillo, y disponga V.E. de su ms
apasionado sublterno. Q. S. M. B.
Dionicio Basconselos
Nota:
Dignese V.E. recivir los afectos de Trinidad, y impartirselos ami Sa.
Da. Santos y Niñas.
He
contratado con los musicos pa mi funcion del Roso y hoy
dia los he despachado pa la5 Villa, sile es posible, y no hay algn
incombeniente, suplico me haga la gracia de darme licencia pr tres ó
cuatro dias pa asistir ala funcion.
Vale.
Basconselos
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